In a world that has seen more than its fair share of chaos, create an island of calm where you currently are.
- Sam Harris
I.
Tenía 28 años cuando me senté por primera vez a (intentar) meditar. Era una época en la que estaba trabajando como profesor voluntario de idiomas en un crucero japonés. Mi amiga (Charla Chatman) organizó unas sesiones de meditación en una terraza del barco, a la primera de las cuales yo era el único asistente, tal vez por la hora tempranera a la que nos citó.
Fue ésa también la primera vez que permanecí sentado con las piernas cruzadas más de 25 minutos, tras lo cual el hormigueo en las piernas era casi insoportable. Me dí cuenta en aquel entonces que pasar un tiempo inmerso en la cultura japonesa significa tener las piernas dormidas constantemente.
Pero aunque el hormigueo de las piernas lo recuerdo muy bien, lo que más tengo presente de ese día es cuando durante la meditación guiada Charla dijo:
“cuando notes que estás distraído con tus pensamientos, no los juzgues, no te juzgues, sólo obsérvalos y déjalos pasar”
En retrospectiva y sin temor a equivocarme, puedo apuntar a ese instante como uno de los momentos más reveladores de mi vida. Por supuesto, cuando escuché eso de no juzgar mis pensamientos me confundí mucho, era una de esas instancias en las que entiendes todas las palabras pero no entiendes nada. No supe qué hacer más que intentar seguir las instrucciones y contender con mis piernas dormidas.
Ahora, muchos años y horas de práctica después me sigo acordando de ese momento cada vez que me siento a meditar. Ahora entiendo que ese día, mi amiga - sin saberlo - abrió las cortinas en la habitación oscura en la que mi mente había dormido durante 28 años. Gracias Charla.
II.
Hace unos días fui a una caminata sonora por primera vez. Todo como parte de mi interés reciente en el sonido y - principalmente - en la escucha como una práctica consciente.
Siempre me he sentido muy conectado con el oído, tal vez de ahí mi amor por la música y los podcasts. Sin embargo, nunca me había interesado tanto en explorar el acto de escuchar como un puente de reflexión sobre nuestros entornos y paisajes (externos e internos).
Es un mundo que apenas estoy descubriendo y al cual me gustaría adentrarme más, por lo que seguramente por aquí te compartiré algunas reflexiones al respecto otro día.
Ahora bien, me he dado cuenta de que la gente interesada en la meditación y la gente interesada en la escucha comparten algo fundamental: una fascinación tal vez inconsciente pero fundamental por el silencio, pero no como una ausencia sino todo lo contrario: como presencia. El silencio como una presencia deseada. El silencio como el medio sobre el cual descansa la curiosidad profunda por la experiencia de percibir y estar vivos.
Gracias por recibir Sunday Service un domingo más.
Te abrazo desde la isla de calma que a veces necesitamos que sean los domingos.
Nos leemos la próxima semana.
Carlos 🍃
🌿 Notas sobre el libro en turno:
There’s always this year, on Basketball and Ascension
- Hanif Abdurraqib
Terminé de leer este libro que me propuse como lectura para marzo. Creí que lo terminaría antes pero a pesar de toda indicación de lo contrario, no me atrapó como yo habría esperado. Y digo contra toda indicación de lo contrario porque en teoría el libro tiene todas las piezas y temas que me interesan: reflexiones sobre historias y relaciones familiares, basketball, paternidad, lenguaje, hasta un poco de espiritualidad y crítica social.
Nunca había leído un libro que usara el basketball como hilo conductor que entrelaza todos los demás temas. Casi todas las referencias a Lebron James y a las finales de la NBA de los últimos años las entendí y aprecié muy bien, lo cual parece ser un pre-requisito para entrar al mundo de este libro: entender más o menos el mundo de la nba y lo que representa personal y socialmente.
Toda proporción guardada, pero este estilo me recordó un poco lo que hace Hernán Casciari cuando usa el futbol argentino y a Lionel Messi como elementos conductores de una historia. Es una técnica narrativa muy atractiva en mi opinión: hablar de algo (aparentemente superficial) para hablar de algo más (mucho más profundo).
Me pareció una lectura muy distinta y el uso diestro del lenguaje del autor me sorprendió. Por momentos un libro autobiográfico, por momentos casi un texto periodístico, por momentos un poemario. Pero me abrumó que parece ser un libro de todo. Hay un poco de una infinidad de temas. Lo percibí como si el autor sintiera que no va a escribir otro libro en su vida y por eso en éste quiere hablar sobre todo lo que le importa.
Estuvo bueno, pero no lo disfruté tanto como hubiera querido. No creo que llegue a la lista de los mejores libros de mi año.
🍃 Libro para abril:
Este libro entró a mi radar por una conversación en un podcast en el que Ezra Klein mencionó de paso que éste era uno de sus libros favoritos y últimamente he estado admirando mucho cómo funciona la mente de Ezra. Así que aquí vamos:
Gilead
Marilynne Robinson
🎧 Tobogán Sonoro
Tobogán Sonoro sigue existiendo y está despertando.
Mientras tanto, ¿es Brian Eno mi persona favorita en este momento?
Sí.
¡Nos leemos el próximo domingo! 🍃
Me hiciste recordar que hace unas semanas estaba medio cansada de escuchar lo de siempre y me fui a las ediciones anteriores de tu newsletter. Busqué lo del tobogán sonoro y en algunos de los audios me pareció que me transportaba a otra dimensión, mucho más orgánica.
Ayer me sucedió que me harté de estar con los auriculares todo el rato y descansé la mente. No es que acá tenga muchos sonidos agradables para oír, pero de repente es sano andar en modo unplugged.
¡Resonando! 🙏🏽