Hola, queridx. Espero que estés pasando un feliz domingo. Llevo un par de días pensando en esta idea y me encantaría saber qué te parece:
Le veo muchas similitudes a la terapia y a la creatividad. Estoy convencido de que mucho se crea durante la terapia, y mucho se terapea durante un proyecto creativo.
La pregunta disparador
Una de las grandes virtudes de mi terapeuta es hacer preguntas clave capaces de abrir las puertas de la mente, y muy a menudo también las compuertas de los ojos. La terapia no es una herramienta de respuestas, sino un proceso de (re)encuadres, y el uso acertado de preguntas puede llegar a ser un disparador tremendo de insights, de entendimientos del propio interior.
La pregunta disparador es un recurso muy útil también para ayudarnos a arrancar un ejercicio creativo. A veces no es ni siquiera una pregunta sino una simple palabra (agua, ruido, reflejo, familia, lista, futuro) la que puede desencadenar todo tipo de expresiones creativas.
Estoy tomando un curso de cine como práctica cotidiana y cada semana nos dejan una consigna que puede estar inspirada en una palabra o pregunta disparador. El resultado de lo que hice la semana pasada fue super terapéutico para mí. La creatividad que sana <> la terapia que revela.
Voluntad vulnerable
Los mundos de la terapia y la creatividad están construidos sobre la base de la vulnerabilidad. Estos dos mundos son en realidad territorios muy concretos a los que uno debe decidir entrar y mostrarse. ¿Mostrarse a quién? Al mundo, claro. Pero primordialmente a uno mismo.
En el acto de la expresión intuitiva y honesta viene el regalo de la (auto)comprensión, la cual nunca es estática: nos vamos conociendo de a poco, nos vamos descubriendo en capítulos.
Sin embargo, uno debe querer entrar a este espacio. Es un acto de valentía mostrarse vulnerable. Sobre todo, es un acto de fe enorme, de que a través de esa vulnerabilidad encontraremos partes honestas de nosotros que nos servirán para avanzar en el armado del rompecabezas que somos para nosotros mismos.
El testigo
Beverly Clark dice que “todos necesitamos un testigo de nuestra vida” y Cameron Rosin dice que también necesitamos un testigo de nuestros pensamientos.
Es bastante complicado descifrar la mente desde la mente. La creatividad y la terapia nos dan una maravillosa oportunidad de contar con un testigo de lo que tenemos dentro, y por lo tanto de lo que percibimos que somos en ese momento.
Se trata de un proceso activo en el que también nos permitimos emerger. Y toma práctica, repeticiones, recaída y retorno. Descubrir quiénes somos y posteriormente ser quien queremos ser es una práctica activa de creación. Porque al mismo tiempo que nos revelamos nos vamos creando.
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Por una semana en la que recordemos la lección del cinturón blanco, del gran maestro Jorge Drexler.
Abrazo,
C.
Recomendaciones de la semana
🪴 Fleishman is in Trouble.
Qué serie más tremenda. La actuación es bárbara, pero el verdadero valor de esta serie está en los temas que aborda: la amistad, los hijxs, el lugar del trabajo, la salud mental de adultos y niños. En fin, la estamos disfrutando mucho.
🪴Longform Podcast con Jonathan Goldstein.
Como siempre, los de Longform haciendo excelentes entrevistas en esta ocasión con el creador de ese gran podcast llamado Heavyweight, que también les recomiendo mucho.
¡Nos leemos el próximo domingo!