Sobre nuevos territorios de conquista.
O la importancia de reclamar el territorio de la atención.
Hola queridx,
Qué gusto saludarte de nuevo. Espero que esta época de fin de año no te esté abrumando demasiado y estés encontrando espacios de reposo y reflexión. A veces se nos impone habitar esos espacios, por enfermedad, agotamiento o algún malestar (como yo toda la semana pasada - ¡ya estoy mucho mejor!), pero cada vez veo más necesario escarbar entre nuestras ocupaciones un espacio personal de silencio, meditación, lectura o escucha atenta.
Qué poco está hecho el mundo urbano moderno para la pausa y el silencio. Qúe fácil nos invaden las ansias de estar haciendo algo, de estar reaccionando a algo. Qué fuerte el impulso por tapar los espacios (aparentemente) vacíos de nuestra atención.
El nuevo territorio a conquistar (con algunas excepciones claro - hola, Rusia) ya no es físico, ya no es tierra o puertos o islas. La conquista ahora es mental, la pelea hoy es por nuestra atención, cada segundo de atención disponible está en pugna. No hay ejemplo más obvio de esto que ver a personas caminando y viendo instagram, o en su auto esperando a que cambie el semáforo y scrolleando tiktok. Yo mismo me he encontrado haciendo esto más veces de las que quisiera admitir.
Creo que si hay una pelea que dar el próximo año, es la pelea por recuperar nuestra atención para depositarla en donde sabemos que tiene más sentido. Qué hacer con la atención recuperada es una buena pregunta. Digamos que ponemos los límites y encontramos ese espacio medio vacío en el que los estímulos habituales no llegan… ¿qué sigue? ¿Habitar un espacio más libre y… luego? ¿Qué hay más allá de la ausencia de estímulos a los qué reaccionar?
a) Cabe aquí tal vez una precisión no tan indispensable: No estoy diciendo que no haya lugar en nuestra vida para mindless scrolling, a veces no hay mente para otra cosa. Se vale. No se trata de volverse obsesivo tampoco en tratar de ocupar la atención siempre en cosas trascendentes. Lo que creo que hay que evitar lo más posible es entregarse al mindless scrolling cuando sí hay mente para otra cosa que sabemos merece más nuestra atención.
b) Segunda precisión no tan indispensable: Espero no estar sonando a que te estoy instruyendo, queridx. Al contrario, me estoy confesando.
No puedo pretender decirte que sé la respuesta. Pero es algo que me interrogo constantemente, sobre todo cuando percibo los beneficios de unos minutos de meditación por la mañana. Cuando lo hago siento que le doy la oportunidad a mi mente de mostrarse, y yo me doy la oportunidad de observarla. Cuando no me hago tiempo para esa meditación, al final del día percibo que mi mente ha estado corriendo detrás de todo lo que pudo.
Todo esto para decirte, queridx, que veo en el acto del uso intencional de la atención una necesaria reconquista del territorio de nuestra mente. Un territorio que no tiene por qué pertenecerle a todo lo que busca apropiarse de un pedacito de él; que no tiene por qué ser regalado tampoco a lo que más brilla.
Quisiera entrar a este nuevo año con la intención bien puesta de recuperar espacio mental y gestionar el territorio liberado de una forma más inteligente, deliberada e intencional. Por supuesto, te iré contando lo que vaya descubriendo por aquí.
Abrazo,
Carlos.
3 cosas interesantes que ví hace unos días:
(Ciencias sociales + filosofía)
Esther Perel en conversación con Yuval Noah Harari acerca de la polarización en la humanidad, y la polarización en la vida de pareja.
(Literatura)
Kristen Stewart hablando de los libros que la formaron. Siempre es un poco hipnotizador ver a alguien hablar con tanta pasión de sus libros favoritos.
(Música)
Hania Rani es posiblemente el descubrimiento musical más interesante que tuve este año. No puedo dejar de tener sus conciertos en loop durante la semana.