Nostalgia por lo no vivido.
Hola, ¿cómo va todo? Nuevamente te saludo en lunes desde esta carta supuestamente dominical, ya no es ninguna sorpresa. 🙃 Espero que hayas tenido un buen fin de semana, con algunos espacios para tí. De preferencia libre de impulsos digitales.
¿Es esto algo que te cueste tanto trabajo como a mi? ¿Tienes espacios o rutinas en tu vida que te permiten estar contigo y nada más? ¿No sientes que le hemos cedido todo nuestro espacio mental a las apps de nuestros teléfonos?
Este es un tema que traigo en la cabeza desde hace unos meses, y creo que será indispensable para el próximo año (igual a partir de ya) crearme espacios libres de celular, lo cual significa crear espacios de meditación, lectura, ejercicio físico, escritura, creatividad análoga (¿tal vez collage, o música?). Es posible que veas más de eso en próximas cartas, ya veremos cómo me va.
Por otro lado quisiera compartirte que este fin de semana publiqué el episodio que había quedado pendiente del podcast que hice sobre mi bisabuelo. El episodio 4 (que lleva el título de esta carta) ya está disponible para escucharse, y con eso doy por concluído este bello proyecto que alimentó mi alma este año. Ojalá tengas oportunidad de escucharlo.
Este podcast narrativo ha sido el proyecto creativo más importante que he hecho. No sólo porque me ayudó muchísimo a desarrollar habilidades para escribir guiones, trabajar con sonidos ambientales, aprender a editar y presentar una historia, sino también porque tiene una carga emocional muy personal que necesitaba una salida.
Estoy muy contento con el resultado y con el hecho de que ahora esta historia puede ser escuchada por cualquier persona interesada en el tema de la memoria familiar, pero también por las futuras generaciones de esta familia.
Dejo hasta aquí este mensaje y deseo que tengas una semana productiva y creativa, con momentos de conexión contigo.
Abrazo,
Carlos.