Nothing in your education has taught you that what you notice is important,
But everything you notice is important.
Let me say that a different way:
If you notice something, it’s because it’s important.
Verlyn Klinkenborg, Several Short Sentences About Writing.
Hola de nuevo, queridx. ¿Cómo estuvo para ti la última semana del mes?
Por alguna razón yo siento como que el año “aún no comienza”, es una sensación rara, una mezcla entre calma y anticipación.
Hablando de mezcla, ¿te acuerdas de esa canción de Jarabe de Palo cuyo título me robé para nombrar esta carta? Ya hace 22 años que salió esa canción y desde entonces esporádicamente me acuerdo de sus versos. Supongo que esta canción vino a mi mente porque he estado pensando bastante en el concepto de ser generalista o ser especialista, particularmente en el contexto de la creatividad.
Una parte de mi admira mucho a los especialistas, aquellas personas que tienen claro qué les gusta, en qué son buenos, en qué pueden hacer una diferencia, en qué ámbito pueden empujar los límites de su disciplina o industria. Es un placer observar el trabajo de un verdadero especialista, ¿no crees? Cuando pienso en especialistas lo primero que me viene a la mente es el documental de Jiro Dreams of Sushi, que si no has visto te ruego que lo veas. Encuentro maravilloso que existan personas así.
Sin embargo, me queda claro que soy un generalista de corazón, lo cual - he llegado a comprender - es un camino de vida muy rico pero bastante confuso también. Los generalistas sabemos un poco de muchos temas, buscamos estimulación intelectual constante, tenemos una carpeta de “proyectos personales” más grande de lo que se puede abarcar en una vida, nos clavamos intensamente en un tema durante un mes - y sin llegar a comprenderlo del todo - al siguiente mes ya encontramos otra cosa a la qué entregarle nuestras horas de vida y sueño.
Sospecho que algo de esto resonará contigo, queridx. Después de todo estás leyendo Sunday Service, un espacio mucho más explorativo que especializado. Mi intención al escribirte esta carta es apelar (independientemente de nuestra inclinación a ser generalistas o especialistas) a la incorporación de más creatividad en nuestras vidas, lo cual - a mi parecer - sólo puede ser el resultado de la combinación y mezcla de los elementos que componen nuestros días.
Precisión necesaria: la división entre personas generalistas o especialistas es una falsa dicotomía. Los humanos somos mucho más complejos que las categorías que nos asignamos. Las categorías son guías generales, nunca descripciones puntuales.
Austin Kleon (uno de mis héroes y mentores creativos) escribió a principios de año sobre la idea de dejar que los libros conversen entre ellos. Su invitación es a que leamos dos o tres libros al mismo tiempo y dejemos que algo que dice una autora se conecte de alguna manera con una idea de otro autor. Y cuando dice “dejemos” quiere decir que tengamos la antena levantada para encontrar vínculos en temas aparentemente inconexos. Por supuesto, esto aplica para cualquier otra cosa: música, cocina, pintura, cine, fotografía.
Hay algo muy hermoso en encontrar correspondencias o guiños entre obras creativas y ponerlas a conversar en un lugar nuevo, en otro contexto. Un ejemplo increíble de esto es lo que hace uno de los músicos que me hipnotiza cada vez que me lo encuentro en Youtube, su nombre artístico es Fred…again, y hace música mezclando elementos audiovisuales del internet, algunos lo llaman el sampleador de la realidad. Siento que su arte me habla directamente, de corazón de un generalista a otro.
Los vínculos o empalmes entre obras artísticas pueden ser obvios o pueden ser sutiles, pero lo importante es que nos demos el permiso y el espacio para percibirlos. La magia de este ejercicio de poner a conversar lo que nos llama la atención es que cada quien notará cosas distintas, encontrará conexiones diferentes. El acto de advertir algo, de percibirlo de entre el ruido, dice algo de nosotrxs. Navegar nuestras percepciones y vincularlas con nuestras experiencias, ideas o emociones es el trabajo de una vida y el camino de la creatividad.
Sunday Service #februllage
Hace unas semanas me enteré de que hay varias cuentas de instagram que estarán participando en un challenge todo el mes de febrero llamado #februllage. La consigna es la siguiente: hacer un collage (analógico o digital) todos los días.
He decidido que le voy a entrar a este reto y me gustaría invitarte a participar también. No se trata de hacer obras de arte perfectas, se trata de poner a conversar imágenes o textos en algo totalmente nuevo, algo propio, algo que no existiría si no juntáramos esas piezas. Creo que se va a poner bueno.
Estaré compartiendo mi collage diario en mi instagram (@charliecarax) y cada domingo de febrero por acá compartiré contigo los que más me hayan gustado. Si decides entrar a este reto aunque sea una semana de febrero (¡anímate!) no dudes en compartirme lo que creaste. Me puedes taggear en IG o enviarlo por mail respondiendo a esta carta.
Te mando un fuerte abrazo, espero que tengas una semana muy intencional y creativa.
Carlos 🍃
Recomendaciones
Esta carta fue inspirada por un video de un Youtuber llamado Atherion que descubrí hace poquito. Me gusta su estilo, la forma como cuenta sus ideas y los temas que elige. Me identifico mucho con su forma de ser. Siento que yo estaría haciendo videos como éstos en un universo paralelo, en el que tengo 15 años menos y estoy estudiando cine. 🎥
El año pasado conocí a los creadores de un sitio llamado Peces fuera del Agua, y me invitaron a escribir sobre las newsletters de autor. Ya publicaron el texto que les envié, así que si le quieren echar un vistazo lo pueden leer: aquí.
Continuando con recomendaciones de Youtube, les dejo esta tremenda explicación de Jaime Altalozano sobre el Lo-fi: la expresión de la nostalgia millennial.
Compartir esta carta con alguien más es la mejor forma de apoyar a Sunday Service. 🪴
Hace unas semanas justo terminé de leer un libro que me puso a pensar mucho y me ayudó a entenderme (y a entendernos). Hablo de "Range", de David Epstein. El libro es un ensayo profundo sobre los generalistas y la defensa de que ellos (nosotros) somos necesarios en contextos que, a diferencia del golf y el ajedrez, no son "perfectos" ni "delimitados". Un joya que recomiendo mucho.