In many cases, what you hope to learn by reading books or listening to podcasts can only be learned by attempting what you fear. Some knowledge is only revealed through action. - James Clear
Siempre me ha fascinado ver a gente correr un maratón. Claramente es una fascinación que comparto con las miles de personas que salen de sus casas ese día para vitorear y animar a los corredores que van pasando por las calles. Ver a la gente celebrar a esos corredores es un espectáculo en sí mismo.
Hace un año observaba precisamente ese espectáculo desde un café de la Ciudad de México mientras escribía la carta dominical de aquel agosto 2023.
El maratón ruge de fondo. No me puedo imaginar algo más difícil en este momento que decirle a mis piernas que me lleven 42 kms. La pura voluntad se me antoja insuficiente para lograr algo así. Tal vez por eso hay tanta gente vitoreando y haciendo fiesta en las banquetas por donde cruzan los maratonistas. A veces se necesitan los ánimos de otros para llevarte a la meta, gente que no te conoce pero cree en ti.
Escribir tiene la gran particularidad de convertirse en una máquina de tiempo cuando uno regresa a lo escrito para redescubrir cómo nos sentíamos en esos momentos, aún cuando nosotros ya lo habíamos borrado de nuestra memoria.
Me imagino que el impulso que lleva a la gente a apuntarse y entrenar para un maratón es el de demostrarse a sí mismo que se pueden hacer cosas en apariencia imposibles. Es llevarse por un viaje interno mientras el cuerpo los lleva por el trayecto externo. Es ponerse sobre la raya, empujarse a lo que uno no está seguro que logrará.
Te dejo aquí la carta completa que escribí el 27 de agosto de 2023 en donde se puede leer esa llamita llena de dudas de si algún día me apuntaría yo al maratón de mi ciudad.
Para mi sorpresa, el día llegó antes de lo esperado. De hecho, es muy probable que cuando estés leyendo esto, esté corriendo mi primer maratón. ¿En qué kilómetro me encontraré cuando leas esto?
Cuando uno comienza a interesarse en correr y conocer historias de corredores se da cuenta muy rápido de que correr es mucho más que correr. Es ya un cliché absoluto escribir algo así.
Es muy natural y satisfactorio darse cuenta de que hay algo realmente especial en llevar el cuerpo a distancias que nunca creímos alcanzar. No sólo por el mero logro de un reto físico, sino por la conversación que ocurre entre la mente y el cuerpo en cada salida a correr. El día de la carrera bien podría interpretarse como la celebración del fuerte trabajo que es el entrenamiento.
Ahora bien, debo confesar que me siento un poco raro escribiendo sobre correr maratones cuando literalmente estoy corriendo el primero y ni siquiera sé si voy a poder terminarlo. No tengo mayor insight que compartir que el de un aficionado que lleva un esperanza recién cultivada en el corazón. Necesito que pasen algunas semanas, tomar distancia, para entender un poco más lo que ha significado todo este proceso para mí.
Hay dos frases en las que he estado pensando últimamente que me gustaría rescatar hoy mientras corro, mientras me lees.
La primera es una frase en hebreo de la que escribí a principios de este año: na’aseh v’nishma, que en esencia significa hacer antes de entender, permitir que la acción (o la obediencia a nuestro propósito) nos lleve a una comprensión posterior.
(Aquí se puede leer completa esa carta 👇🏼 )
En este contexto, quisiera conectar esa frase con la cita con la que inicié esta carta: hay conocimiento que sólo se revela a través de la acción. Y así percibo este deseo activo de salir a correr hoy el maratón: hay algo detrás de este esfuerzo que me convoca, quiero averiguar qué es.
Lo cual me lleva a la segunda frase que me acompaña hoy: meet me and I’ll be there. Esta frase la he llevado conmigo en mis entrenamientos después de encontrármela en un podcast que a veces escucho que se llama In Hindzsight.
El episodio que te dejo aquí comienza así:
What if what you where looking for spoke directly to you and said: meet me and I’ll be there.
A veces lo que necesitamos profundamente en la vida es movernos en la dirección que importa aunque no tengamos todas las respuestas. Y en ese proceso de movimiento encontraremos lo que está ahí para nosotros, esperándonos, recibiéndonos.
No sé si voy a terminar el maratón. Es un esfuerzo que jamás he hecho y que nunca pensé que me animaría a intentarlo. Pero tengo la certeza de que pase lo que pase, hay algo que me espera al final de este recorrido, y quiero estar plenamente presente para recibirlo.
Gracias por acompañarme este domingo mientras corro. ¡Nos leemos el próximo domingo!
Te mando desde la incertidumbre y la belleza de lo maratónico,
Carlos 🍃
Me gusta la frase "meet me and I’ll be there". De cierta forma, es lo que siento a veces con algunos de los territorios a los que voy y las experiencias que vivo. Primero es el llamado, luego la acción, finalmente el entendimiento, como dices tú. (P.D. hayas terminado o no la maratón, ¡qué gran experiencia has tenido! Muy loable ese proceso de entendimiento y diálogo interno y auto presión para ir más lejos de lo que estipulan los límites mentales que uno mismo se ha impuesto. Un abrazo)