Atar los cabos.
(Canción recomendada para escuchar en un lugar silencioso, tal vez con audífonos, respirando profundo, ojos cerrados.)
Querida persona que lees,
Esta carta dominical te llega de nuevo en lunes. Ojalá pudiera echarle la culpa al servicio postal por este retraso, pero esas excusas no existen en este mundo de las cartas digitales. Te contaré la verdad: ayer simplemente no tuve ganas de sentarme a escribir. Estoy conciente de que esto es algo que le pasa a todxs los que se han puesto un objetivo (creativo o no) —> habrá días en los que no se puede, por más que se trate de algo que nos da mucha alegría ver terminado, por más que no haya habido nada impidiendo nuestro progreso.
En mi carta pasada te comentaba que los fines de año me abruman bastante porque siento que hay demasiadas cosas pasando al mismo tiempo, además de que siento una expectativa (autoimpuesta) de reflexionar sobre el año transcurrido y planear el año venidero. Durante los fines de año el tiempo parece tomar una forma mucho más líquida e indefinida. Es casi como un río en el que hemos estado navegando que de pronto se convierte en una cascada, y no queda más que dejarse caer, para seguir navegando el siguiente río un poco más adelante.
Me he dado cuenta de que algo que me ayuda a no sentirme tan abrumado es la sensación de cierre, de conclusión, de atar los cabos. Lo cual es algo muy dentro de nuestro control. No sé si pienses igual que yo, pero creo que no hay nada peor que tener una lista interminable de pendientes que no se cierran. Así que tengo ya identificados varios proyectos que necesitan un final, una palomita de finalizado. La sensación de logro en nuestras vidas está muy ligada a la conclusión de proyectos.
¿Tienes algún proyecto en el que has trabajado este año que no has concluído? ¿Hay forma de cerrarlo antes de que termine el año? ¿Será necesario redefinir el alcance de tu proyecto para darte el regalo de concluir al menos una parte en las próximas semanas? ¿Llevas una lista de “Proyectos Concluidos” a la que puedas volver de vez en cuando para recordarte cuánto has progresado?
No quisiera que me malentiendas, queridx lector(a). Aunque de pronto así lo parezca, no creo que la vida se trate únicamente de concluir y cerrar proyectos. Es importante también darle lugar al ocio, a no hacer nada, a sólo existir en nuestro cuerpo y nuestras circunstancias, a hacer lo que se puede hacer, a soltar el pico y la pala y salir a caminar. Todo en su justa proporción. Pero sólo quería compartir contigo hoy que encuentro en la sensación del cierre (de lo que se trate) una herramienta poderosa para construir la narrativa de los años que vivimos.
Deseo que tengas un excelente inicio de semana, que tu atención sea consciente y alineada a tus propósitos.
Un abrazo,
Carlos.